segundo anillo de poder

"La razón que había mantenido temporalmente bloqueada, volvía a enseñorearse de mí. La defendía. Tal vez fuese más apropiado decir, a la luz de las cosas extravagantes que había presenciado, o de las cuales había participado desde mi llegada, que mi razón se defendía por sí sola, en independencia del todo más complejo que parecía ser el «yo» que no conocía. Me encontraba casi en situación de observador atento, ante la lucha de mi razón por dar con fundamentos lógicos adecuados a los hechos; por otra parte, una porción mucho mayor de mi persona carecía por completo del menor interés por explicarse nada.